A lo largo de la evolución los seres humanos, al igual que la mayoría de las formas de vida, nos hemos adaptado a los ciclos ambientales diarios y estacionales, de forma de anticipar oportunidades y desafíos recurrentes y predecibles.
Casi la totalidad de los procesos fisiológicos y conductuales poseen una modulación temporal mediada por sistemas de cronometraje endógeno. El temporizador biológico más estudiado es el reloj circadiano que establece un vínculo entre el organismo y su entorno externo y promueve los ritmos en la alimentación, la actividad y el descanso, la temperatura corporal y las hormonas. Diferentes factores ambientales y sociales de la vida moderna, como el trabajo por turnos, los viajes a través de zonas horarias, la dieta irregular, la contaminación lumínica o el jetlag social, están en aumento en nuestra sociedad 24/7 y aumentan el riesgo de enfermedades al interrumpir o desalinear el reloj circadiano. Además, en muchas patologías, los ritmos circadianos están alterados, por lo que un reloj desalineado también puede ser un síntoma de enfermedad.
Debido a múltiples interacciones, la alteración circadiana y la enfermedad están vinculadas en un tipo de ciclo vicioso auto-reforzante. Afortunadamente, estas interacciones están siendo gradualmente reconocidas, y se consolida una nueva disciplina de “medicina circadiana” que tiene como objetivo utilizar y traducir este conocimiento en beneficio de los pacientes. Esta traslación además de la medicina circadiana, genera recomendaciones de políticas públicas mediante la inclusión de perspectiva circadiana en investigación y práctica clínicas y diseño de políticas públicas basadas en evidencia. Debido a su impacto en la vida cotidiana, se presta para la transferencia de los resultados a diversas esferas, así como para la generación de evidencia científica que sustente la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas. Este componente traslacional se alinea con los propósitos actuales de la comunidad cronobiológica internacional que promueve la orientación sobre las mejores prácticas en la medición de ritmos circadianos endógenos en humanos y la inclusión de evaluaciones de ritmos circadianos en estudios de salud y enfermedad.
José Pedro Arcos
Facultad de Medicina-Hospital de Clínicas, Udelar
Fernanda Blasina
Facultad de Medicina-Hospital de Clínicas, Udelar
Gabriel González
Facultad de Medicina-Hospital Pereira Rossell, Udelar
Estela Skapino
Escuela de Nutrición, Udelar
Fernando Tomasina
Facultad de Medicina-Hospital de Clínicas, Udelar